Las Cuevas de San Miguel han interesado a los turistas que vienen a
Gibraltar
desde el tiempo de los romanos.
Se encuentran ubicadas en la
zona más alta del Peñón de Gibraltar,
concretamente en la reserva
natural de Upper Rock.
Esta cueva se encuentra ubicada a 300 metros sobre el nivel del mar.
Posee una belleza sin igual debido a la formación de estalactitas y
estalagmitas.
Esta cueva forma parte de un complejo que engloba a otra
serie de cuevas
como Leonora`s Cave y Lower St Michael`s Cave.
El
interior de la cueva está muy bien iluminado con focos backlights
de
diferentes colores como rojos o azules para llamar más la atención
y
mejorar el aspecto de las estalactitas y estalagmitas.
Existe un recorrido para ver la cueva que va conectando todos los pequeños pasajes
hasta llegar al auditorio.
En el interior de la Cueva de la Catedral,
se ha convertido en una especie de auditorio
y es donde se celebran
conciertos regularmente,
aunque ya en la antigüedad en los tiempos de la
guerra
se pensó en utilizar como hospital aunque nunca se llevó a cabo.
Se pensaba que era insondable, y fue mencionada por primera vez
en los escritos del escritor viajero romano Pomponius Melia en el año 45AC.
La Cueva de San Miguel ha visto pasar por sus entrañas a millones de visitantes
desde entonces;
no todos ellos han sido turistas.
Sus visitantes pueden aprender cómo 500 soldados españoles
fueron conducidos por Simon Susarte,
el pastor que conocía un camino secreto hasta ella.
Así como explorar la cueva al completo,
contemplar la estalagmita que en su momento se volvió muy pesada en uno de sus lados,
y literalmente se desmoronó donde ha permanecido durante siglos.
Usted podrá incluso examinar los anillos que muestran el crecimiento de la estalagmita,
comprobando que los más oscuros corresponden a los periodos de escasez de lluvias.
Una de las maravillas de esta cueva es la Sala de la Catedral,
denominada así porque las formaciones minerales
que se pueden ver en sus paredes se asemejan a los tubos de un órgano de catedral.
También aquí se puede ver la famosa cueva de Leonora,
que se creía que era un enlace subterráneo con África
por el cual llegaron los monos a Gibraltar.
La Cueva de San Miguel merece un paseo,
ya que en su interior la temperatura se mantiene constante
durante todo el año debido a su humedad permanente,
sin importar que haga mucho tiempo que no haya llovido.
De hecho, si usted mira atentamente al suelo,
podrá observar los inicios de las estalagmitas.
Para los más aventureros y para aquéllos que dispongan de un poco más de tiempo,
por qué no explorar la Cueva Baja de San Miguel.
Fue descubierta cuando se trataba de abrir una salida alternativa
a la cueva durante la Segunda Guerra Mundial.
La Cueva Baja de San Miguel también está abierta para visitas,
pero únicamente previa petición de día y hora.
Es necesario que un profesional experimentado le guíe para asesorarle en cómo adentrarse
y escalar dentro de la cueva.
Uno de los aspectos más impresionantes
será poder pasear alrededor de un lago subterráneo.
Sin duda, una experiencia de la que podrá presumir
durante mucho tiempo después de su regreso a casa.
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